Mi
mente, o quizás yo, no consigue olvidarte.
Cada
día que me levantaba, sonreía por el simple hecho detenerte.
No
nos veíamos mucho debido a la distancia, pero tú y yo sabíamos
que cada pequeño rato junto, valía demasiado.
No
discutíamos mucho, pero alguna que otra pelea tonta había.
No
coincidíamos en nuestros gustos, pero sabíamos que a nuestra
manera, nos amábamos.
Eramos
diferentes, pero juntos.
Ahora
somos dos desconocidos.
Tú
por tu lado, rehaciendo tú vida.
Y
yo por mi lado, olvidando tú recuerdo.
Comentarios
Publicar un comentario